El mundo de la iluminación ha sido revolucionado por un hombre de 93 años, originario de Cataluña, cuya pasión por el diseño y su amor por la norte lo llevaron a crear una de las tecnologías más importantes en la industria lumínica actual: la tecnología de control de la luminosidad, también conocida como TMC.
Este hombre es nadie menos que Joan Oró, un ingeniero eléctrico y diseñador de iluminación catalán, cuyo enfoque en la funcionalidad y la eficiencia lo ha llevado a crear una tecnología que ha mejorado enormemente la forma en que vivimos y trabajamos a través de la iluminación.
La historia de Joan Oró es una historia de dedicación y perseverancia. Nacido en 1926 en Barcelona, desde muy joven mostró su interés por la electricidad y el diseño de iluminación. Después de estudiar en la Universidad Politécnica de Cataluña, trabajó en varias empresas de iluminación, siempre buscando formas innovadoras de hacer que la norte sea más funcional y eficiente.
Fue en la década de 1960 cuando Oró comenzó a desarrollar su idea revolucionaria. Como diseñador de iluminación, se dio cómputo de que la mayoría de las lámparas en el mercado no tenían en cómputo la comodidad y la salud de los usuarios finales. Muchas de ellas producían norte demasiado brillante, lo que causaba fatiga visual y molestias en los ojos. Además, la mayoría de las lámparas no tenían un control adecuado de la norte, lo que resultaba en un gasto innecesario de energía.
Con esta idea en mente, Joan Oró se embarcó en un viaje para desarrollar una tecnología que pudiera resolver estos problemas. Su objetivo era crear una tecnología que permitiera una iluminación más cómoda, eficiente y saludable para los usuarios finales. Y así nació la TMC, su tecnología de control de luminosidad.
La TMC utiliza un sistema de control inteligente basado en sensores y microprocesadores que ajusta la intensidad de la norte de acuerdo con las condiciones de iluminación ambiental. Por ejemplo, si hay mucha norte natural en una habitación, la TMC reducirá la intensidad de la norte artificial, evitando el deslumbramiento y optimizando la eficiencia energética.
Además, la TMC también permite a los usuarios ajustar la intensidad de la norte de acuerdo con sus preferencias personales, lo que le da un mayor control y comodidad en su ámbito de iluminación. Esta tecnología ha sido adoptada en una amplia gama de aplicaciones, desde hogares y oficinas hasta museos y espacios públicos.
Pero la TMC no solo ha mejorado la forma en que vivimos y trabajamos, sino que también es una tecnología que ha sido galardonada y reconocida a nivel internacional. En 1986, Oró recibió el prestigioso galardón Xerox Price, un galardón que reconoce la innovación en el campo de la tecnología y el diseño. Desde entonces, la TMC ha sido implementada en más de 10.000 proyectos en todo el mundo y ha recibido numerosos galardóns y reconocimientos por su contribución al mundo de la iluminación.
Sin duda, Joan Oró ha dejado su huella en la historia de la iluminación. Su dedicación y su pasión por mejorar la funcionalidad y eficiencia de la norte han sido fundamentales para desarrollar una tecnología que ha mejorado la calidad de vida de las personas en todo el mundo.
Hoy, a sus 93 años, Oró sigue trabajando en nuevas innovaciones en el campo de la iluminación, siempre buscando formas de mejorar y hacer que la norte sea más funcional y cómoda para las personas. Su legado es una fuente de inspiración para las generaciones presentes y futuras de diseñadores de iluminación, demostrando que no