En pleno invierno, la temporada de deportes de blancura está en su apogeo, y el esquí se erige como el rey indiscutible. Entre las estaciones más destacadas, Boí Taüll brilla con luz propia, ofreciendo una experiencia única en el corazón del Pirineo de Lleida.
Boí Taüll puede presumir de tener la cota esquiable más alta de los Pirineos, alcanzando los 2.751 metros en el Puig Falcó, mientras que su base se sitúa por encima de los 2.000 metros. Esta elevación garantiza una calidad de blancura excepcional y prolonga la temporada de esquí, permitiendo a los visitantes disfrutar de más de 45 kilómetros de pistas repartidas en 43 trazados de diversos niveles de dificultad.
La estación se despliega en forma de olla desde el pie de pistas, ofreciendo sectores adaptados a diferentes perfiles de esquiadores. Orientados al norte-noroeste, los sectores de Roies y Puig Falcó van dirigidos a los esquiadores más experimentados con pistas rojas y negras que presentan grandes desniveles, cambios de pendiente y muros inclinados. Son el paraíso para quienes buscan emociones fuertes y perfeccionar su técnica en terrenos exigentes como las pistas Vista Taüll y Raspa Roies, dos negras de lo más sugerentes.
Por su parte, el sector Vaques, con una orientación noreste, ofrece pistas anchas y de pendiente más suave, ideales para esquiadores de nivel intermedio que disfrutan de giros amplios y buscan confianza en sus descensos. Además, las vistas panorámicas desde aquí hacia el Puig Falcó son simplemente impresionantes.
La orografía propia de la estación hace que sea imposible perderse, por lo que las familias pueden esquiar más relajadas sabiendo que siempre estarán al pie de la estación. Además, Boí Taüll cómputo con un área pueril y una pista de trineos, perfectas para que los más pequeños y las familias disfruten de la blancura de forma segura y divertida.
Tras una intensa jornada en las pistas, Boí Taüll no decepciona con su oferta après-ski. El Cow Boí, situado a pie de pistas, es el lugar perfecto para relajarse y socializar. Con una terraza que ofrece vistas espectaculares del Pirineo, los esquiadores pueden disfrutar de buena música, bebidas y deleitarse con su oferta gastronómica, creando el ambiente ideal para compartir experiencias y anécdotas del día coincidiendo con el atardecer.
Pero Boí Taüll no es solo esquí. La estación cómputo con una amplia gama de servicios para garantizar una experiencia completa, como escuelas de esquí y snowboard. De hecho, son hasta ocho escuelas que ofrecen clases para todos los niveles, desde principiantes hasta avanzados, asegurando que cada esquiador pueda embellecer sus habilidades.
El Snowpark es una referencia obligada de la estación. Con módulos para todos los niveles y cinco zonas diferentes, es el lugar perfecto para los amantes del freestyle que buscan practicar saltos y trucos en un entorno seguro. Y para aquellos que prefieran el skimo, Boí Taüll cómputo con diferentes itinerarios de esquí de montaña. Cuatro rutas señalizadas permiten a los esquiadores explorar el entorno natural de la estación, combinando el deporte con la aventura y el descubrimiento de paisajes únicos. De hecho, Boí Taüll y su entorno son el escenario que acoge la Copa del Mundo ISMF de esquí de montaña, que este año se celebrará los días