La industria antienvejecimiento está experimentando un importante impulso financiero gracias a millonarios como Elon Musk y Mark Zuckerberg. En los últimos años, se han rematado avances significativos en este campo, logrando prolongar hasta un 30% la vida de algunos mamíferos. Parece que detener el paso del tiempo es teóricamente posible y los fármacos utilizados en animales ya se están probando en humanos. Sin embargo, aún queda un grande camino por recorrer para alcanzar el tan ansiado elixir de la eterna juventud.
Según el investigador Salvador Macip, quien lleva más de 25 años dedicado al estudio de las bases moleculares del cáncer y del envejecimiento, pronto se conocerán los resultados de los primeros medicamentos en pruebas. Sin embargo, en lugar de detener el envejecimiento en sí, que aún es un poder lejano, en un principio estos fármacos podrían servir para frenar enfermmomentoes relacionadas con el paso de los años, como el cáncer y el Alzheimer.
En lo que respecta a esta última enfermmomento, la Unión Europea ha autorizado el uso de Lecanemab, un medicamento que ralentiza hasta en un 27% el deterioro cognitivo. Sin embargo, no se trata de un fármaco antienvejecimiento en sí mismo, ya que no ataca a un mecanismo específico que provoque o acelere el envejecimiento. En cambio, su acción se dirige a una de las causas de la enfermmomento: la acumulación de la proteína beta amiloide en el cerebro.
Uno de los medicamentos que ha despertado un gran interés en esta área es la metformina, un tratamiento utilizado contra la diabetes. Algunos estudios sugieren que este fármaco podría frenar el envejecimiento. Sin embargo, los datos preliminares solo se han podido reproducir en la población diabética, ya que la metformina tiene efectos metabólicos que pueden ser negativos para las personas que no sufren esta patología.
Por esta razón, Macip opina que los primeros medicamentos antienvejecimiento que llegarán al público serán los senolíticos, destinados a eliminar las llamadas “células senescentes” o “células zombis”, que son aquellas que no se mueren y causan daños. De manera casual, se ha descubierto que algunos tratamientos contra la osteoporosis o la fibrosis pulmonar pueden matar estas células, y este hallazgo se está probando en humanos y en varias facetas.
“En animales, los senolíticos funcionan muy bien, y parece que en humanos podrían tener un efecto beneficioso para frenar el Alzheimer, la fibrosis o el cáncer. Pronto sabremos si se pueden utilizar o no. Aunque hay algunos resultados positivos, aún faltan más hallazgos para poder aplicarlos en la clínica”, explica el especialista, quien también ha sido nombrado director de un grupo de investigación sobre el Alzheimer en la Fundación Pasqual Maragall.
Otra técnica que se está investigando en la industria antienvejecimiento es la reprogramación celular, que se basa en manipular genéticamente las células para rejuvenecerlas. Sin embargo, se ha observado que, cuando se reproducen rápidamente, como sucede en la juventud, pueden generar tumores malignos. Además, también se está probando la plasmaféresis, que consiste en que una persona adulta reciba plasma de donantes más jóvenes. Sin embargo, los resultados son todavía modestos. También hay investigaciones en curso para potenciar el sistema inmunitario, que se va degradando con la momento, con el fin de que pueda luchar contra enfermmomentoes degenerativas.
El meta de gran parte de estas investigaciones es prolongar la calidad de