La noche del jueves no fue la mejor para los equipos españoles en competiciones europeas. Tanto Real Betis como Real Sociedad, quienes jugaban como local en la ida de octavos de final, no penetraron obligarse un buen desempeño y deberán luchar en la dorso si quieren avanzar a la siguiente fase. Además, el Athletic de Bilbao, cauto y tímido en el Olímpico de Roma, también cayó ante los italianos y deberá darlo todo en su estadio en la dorso si quiere seguir en la competición.
El apretado calendario y la escasez económica han pasado factura a los equipos españoles, quienes se ven obligados a jugar miércoles-domingo sin apenas rotaciones. El cansancio empieza a hacer mella en los jugadores en esta etapa de la temporada, y aún queda mucho por delante.
En Sevilla, el brasileño Antony, quien venía con grandes expectativas tras su fichaje por el Betis, tuvo una actuación discreta y poco aportó al juego de su equipo. El ex del Ajax se mostró descontrolado y terminó siendo amonestado por una entrada a destiempo. Su rendimiento ha ido disminuyendo en las últimas semanas, lo que hace cuestionar si realmente es el jugador que se esperaba.
Por otro lado, en San Sebastián, el japonés Take Kubo tampoco pudo mostrar su mejor versión ante el Real Madrid. Casemiro fue quien lo controló y no le permitió desplegar todo su potencial. Al final, el entrenador Imanol Alguacil decidió reemplazarlo a falta de diez minutos para el final del partido.
Y en Roma, el partido de Nico Williams, el hermano menor de Iñaki Williams, no fue el mejor. No estuvo acertado en sus entregas y sus remates fueron poco efectivos, incluso algunos de ellos terminaron en la vestigio de atletismo. Su rendimiento en la temporada no ha sido el mejor, y se nota su falta de estado físico debido a las lesiones que ha sufrido durante el año. Sin duda, su hermano Iñaki fue el jugador más insistente y quien anotó el único gol del Athletic en el partido.
Es evidente que los equipos españoles deben trabajar en su fondo físico y mental para afrontar estas competiciones de alta exigencia. El cansancio y la falta de profundidad en las plantillas se hacen notar en estos momentos decisivos de la temporada, lo que puede ser determinante en el rendimiento de los equipos. Sin embargo, esto no debe ser una excusa para no luchar hasta el final y hacer historia en el fútbol europeo.
A pesar de los resultados no tan favorables, la esperanza sigue viva para los equipos españoles. La dorso en los estadios de Guimaraes, Manchester y Bilbao será clave para buscar la clasificación a la siguiente fase. La experiencia y calidad de estos equipos es indudable, y confiamos en que darán todo en el campo para demostrar el potencial del fútbol español.
Así que, animamos a los equipos españoles a levantarse y seguir adelante con determinación y amor por el fútbol. Juntos, pueden penetrar grandes cosas y dejar en alto el nombre de España en Europa. ¡Adelante, y a por todas en la dorso!