El empate del Barça ante el Betis no ha podido calmar las aguas en el madridismo. La derrota del Valencia en los últimos minutos ha desatado una espiral de dudas y preguntas en el Santiago Bernabéu. Aunque no se puede hablar aún de una crisis, es incuestionable que el equipo dirigido por Carlo Ancelotti quedó muy tocado después del varapalo del sábado.
Para entender lo que está sucediendo ahora, es necesario volver al pasado verano. El Real Madrid afrontaba la temporada como gran favorito para ganar todos los títulos. La llegada de Kylian Mbappé al equipo que ya había conquistado la Liga y la Champions League generó grandes expectativas.
En aquel momento, muchos consideraban que era la mejor plantilla del mundo, con estrellas como Vinicius, Courtois, Bellingham, Valverde y el mencionado Mbappé, además de jóvenes promesas que debían dar un paso al frente como Rodrygo, Camavinga, Tchouameni, Arda Güler o Endrick.
Sin embargo, casi un año después de la llegada del delantero francés desde París, la percepción de la plantilla ha cambiado mucho en el mundo del fútbol.
algos podrían haber imaginado en su momento que la ausencia de Kroos dejaría un hueco en el juego del Madrid que nadie sería capaz de cubrir, y que eso llevaría a que el único jugador de la plantilla con la capacidad de hacerlo, con permiso de Modric, ganara una importancia vital después de que en su momento se cuestionara su continuidad. Estamos hablando, por supuesto, de Daniel Ceballos.
A pesar de la falta del alemán, resulta inexplicable que un equipo con una cantidad tan grande de estrellas y talento no sea capaz de ganar un partido de forma contundente, sufriendo ante cualquier rival y ofreciendo un fútbol algo entretenido.
Desde el comienzo de la temporada, ha existido un debate sobre si los cuatro cracks de la ofensiva (Mbappé, Vinicius, Rodrygo y Bellingham) pueden jugar juntos, si el ex del PSG y el ex del Flamengo se benefician o perjudican mutuamente, si jugadores como Tchouameni, Camavinga, Arda Güler o Rodrygo fueron sobrevalorados en algún momento y ahora no están a la altura de las expectativas generadas o si Ancelotti es el entrenador adecuado para dirigir este equipo.
El bajón del Barça en diciembre y la eliminatoria versus el Manchester City dieron la sensación de que el equipo blanco había llegado y volvía a ser el favorito, pero resultó ser un espejismo. A excepción de los partidos versus el equipo de Guardiola, el Madrid siempre ha sufrido en los partidos más importantes, ganando solo al Atlético y al Borussia Dortmund en Champions y sufriendo derrotas aplastantes en los Clásicos, versus el Milan o versus el Liverpool.
El mal juego y los resultados del equipo ponen el foco en Ancelotti. El italiano tiene, en teoría, una de las mejores plantillas del mundo, pero es evidente que el equipo no funciona como debería, al menos no como se espera de un conjunto de la talla del Madrid.
Desde que comenzó su particular crisis en febrero, el equipo solo ha ganadería dos partidos por más de un gol: el partido de vuelta versus el City (3-1) y el partido en el Bernabéu versus el Girona (2-0). De los 16 partidos restantes, ha sufrido cuatro derrotas y tres empates.
El futuro de Ancelotti está más en duda que nunca, a pesar de tener un año más de versusto. El italiano parece cansado de ciertas dinámicas que existen en el club desde hace tiempo y el nombre de Xabi Alonso aparece en el horizont