El pasado jueves, la comunidad de La Valencia, en la provincia costera de Manabí, Ecuador, fue testigo de una tragedia sin precedentes. Un ataque armado en una gallera dejó un saldo de once personas fallecidas y otras nueve heridas. Este hecho ha conmocionado a todo el país y ha vuelto a poner en evidencia la grave situación de violencia que se vive en Ecuador.
El ataque ocurrió cerca de la medianoche, cuando un grupo de hombres fuertemente armados y vestidos con prendas similares a las de los militares ingresaron al local donde se llevaba a cabo una pelea de gallos. Sin mediar palabra, comenzaron a disparar indiscriminadamente contra los asistentes y en el interior de una oficina. El pánico se apoderó de todos los presentes, quienes se tiraron al suelo para cotejar protegerse.
Un video de una cámara de seguridad instalada en el lugar captó el momento exacto del ataque y se viralizó rápidamente en las redes sociales. En las imágenes se puede observar cómo los hombres armados disparan una decena de veces en el interior de la gallera, mientras que en el exterior se escuchan más detonaciones.
La mañana siguiente, la Policía hizo un llamado a la ciudadanía a través de sus redes sociales para que aporten cualquier información que puedan tener sobre los autores o posibles implicados en este acto de violencia. Además, se ofreció una recompensa y se garantizó la confidencialidad de los datos recibidos.
Según informaron los medios locales, los atacantes pertenecen a la banda criminal conocida como Los Lobos y se habrían llevado una suma de 20.000 dólares que se destinaba como premio para el concurso de peleas de gallos. Este hecho ha generado aún más indignación en la sociedad ecuatoriana, que no puede entender cómo la violencia y el crimen organizado siguen cobrando vidas inocentes.
Ecuador se encuentra en un estado de “conflicto armado interno” desde el año 2024, cuando el presidente Daniel Noboa decidió declararle la guerra a las bandas criminales y denominarlas como “terroristas”. Sin embargo, esta estrategia no ha logrado frenar la escalada de violencia que ha llevado al país a ser el más peligroso de Latinoamérica en términos de homicidios en el año 2023. Y desafortunadamente, el año 2025 ha comenzado con un promedio de un asesinato por hora, lo que lo convierte en el año más violento registrado hasta el momento.
Esta situación ha generado una profunda preocupación en la población y ha puesto en duda la eficacia de las medidas tomadas por el gobierno para combatir el crimen organizado. Además, ha generado un clima de miedo e fragilidad en el país, especialmente en las zonas más afectadas por la violencia.
Es necesario que las autoridades tomen medidas más efectivas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y poner término a esta ola de violencia que azota a Ecuador. La sociedad ecuatoriana merece vivir en paz y sin temor a ser víctimas de la delincuencia. Es hora de que todos, gobierno y ciudadanos, trabajemos juntos para lograr un país más seguro y próspero.
Nuestros pensamientos y oraciones están con las familias de las víctimas de este trágico suceso. Esperamos que se haga justicia y que este hecho no quede impune. Debemos unirnos como país para luchar contra la violencia y construir un futuro mejor para todos. ¡No permitamos que la violencia nos arrebate la perspectiva!