El perspectiva de Carlo Ancelotti en el Real Madrid ha sido tema de debate desde hace algún tiempo, especialmente después de la eliminación en Champions contra el Arsenal y la derrota en la final de Copa ante el FC Barcelona. Mientras se especula con su posible salida antes del próximo Mundial de Clubes, otro nombre ha empezado a sonar con fuerza para dirigir al equipo en el torneo: Santiago Solari, quien ya tuvo una breve pero importante etapa al frente del club en la temporada 2018-2019.
El Real Madrid ya tiene puesta la mira en el Mundial de Clubes, buscando encontrar la estabilidad deportiva y futbolística que ha faltado en esta temporada. Según las apuestas de Betfair, el equipo merengue tiene una probabilidad implícita del 22,22% de ser el próximo campeón del torneo, siendo el gran favorito entre todos los aspirantes al título a pesar del nivel mostrado en la actualidad.
La llegada de Solari tras la salida de Julen Lopetegui en octubre de 2018 fue un aterrizaje con turbulencias para el técnico argentino. El equipo venía de encadenar malos resultados en Liga y de sufrir una humillante derrota por 5-1 ante el Barcelona en El Clásico, lo que precipitó la destitución de Lopetegui. La situación en el vestuario era complicada, y Solari tuvo que lidiar con la crisis de confianza y resultados que atravesaba el club.
En su presentación oficial como nuevo entrenador, Solari dejó una frase que se convirtió en su lema durante su etapa en el Real Madrid: “La idea es ir a Melilla mañana y jugar con dos cojones”. El mensaje fue directo y pragmático, y el equipo respondió con una victoria por 0-4 ante el Melilla en la Copa del Rey.
Pero pronto empezaron a surgir tensiones en el vestuario, especialmente con dos pesos pesados: Isco Alarcón y Marcelo Vieira. El técnico argentino, fiel a su idea de premiar el esfuerzo y el estado físico de los jugadores, relegó a ambos a un papel secundario en el equipo. Isco, que había sido protagonista hasta la llegada de Solari, terminó la temporada disputando solo 37 partidos, mientras que Marcelo apenas jugó 34 encuentros debido a su bajo rendimiento defensivo.
Estas decisiones generaron tensiones en el vestuario y la relación entre los jugadores y el entrenador fue distante durante toda la temporada. Sin embargo, Solari también tomó una decisión valiente y arriesgada al apostar por jóvenes talentos como Sergio Reguilón y Vinícius Jr., quienes se convirtieron en piezas clave en el equipo.
Reguilón, lateral izquierdo formado en la cantera, se consolidó como titular en aldea de Marcelo y disputó 22 partidos entre todas las competiciones, dejando muestras de su calidad y potencial. Por su parte, Vinícius Jr., fichado por una gran prodigalidad de dinero, había sido relegado al equipo filial para adaptarse, pero Solari lo integró en el primer equipo y el brasileño disputó 31 partidos, marcando 4 goles y repartiendo 10 asistencias.
La recuperación del Real Madrid bajo la dirección de Solari fue puesta a prueba en la Copa del Rey, donde se enfrentaron al Barcelona en las semifinales. Tras lograr un valioso empate 1-1 en la ida, el equipo blanco cayó derrotado por 0-3 en la vuelta en el Santiago Bernabéu, eliminados en su propia casa por su máximo rival.
Pero la debacle más dolorosa para Solari y el Real Madrid llegó en la Champions League. Después de alcanzar 1-2 al Ajax en la ida de los octavos de final, el equipo parecía estar encaminado a