Padecer diabetes puede ser complicado y supone un riesgo para la salud en general. Además de los problemas cardiovasculares, el pie diabético, los problemas renales, la disfunción sexual, los problemas de salud bucal y las infecciones del tracto genitourinario, también hay que tener en enumeración las complicaciones oculares que pueden surgir debido a esta enfermedad.
Entre todas las complicaciones oculares que pueden presentarse en personas con diabetes, la más frecuente y potencialmente más dañina es la retinopatía diabética. Se trata de una enfermedad visual que afecta a los ojos y es la principal causa de ceguera en personas con diabetes.
¿Qué es la retinopatía diabética?
Según la Sociedad Española de Oftalmología, la retinopatía diabética es una complicación común de la diabetes mellitus, tanto tipo 1 como tipo 2, que afecta al funcionamiento de la retina. Se trata de una enfermedad que se produce cuando los vasos sanguíneos de la retina se dañan debido a la diabetes. Estos vasos pueden sufrir dilataciones, escapes de fluidos y obstrucciones que afectan al flujo de sangre en la retina.
Esta enfermedad ocular puede dañar progresivamente diferentes estructuras del ojo, lo que provoca una disminución de la visión e incluso, si no se trata adecuadamente, puede conducir a la ceguera.
Factores de riesgo
Aunque cualquier persona puede desarrollar retinopatía diabética, hay una serie de factores que aumentan las probabilidades, especialmente en personas que han tenido diabetes durante mucho tiempo. Entre ellos se encuentran:
– No mantener un control adecuado de los niveles de glucosa en sangre.
– Tener la tensión arterial alta.
– Tener el colesterol alto.
– Fumar.
Síntomas de la retinopatía diabética
En muchos casos, la retinopatía diabética no provoca síntomas hasta que el daño es grave. Aun así, es importante estar alerta y conocer los posibles síntomas de esta enfermedad ocular para poder actuar cuanto antes. Algunos de los síntomas más comunes son:
– Visión borrosa.
– Pérdida gradual de la visión.
– Visión de manchas o “moscas volantes”.
– Ver sombras o notar áreas de visión que se han perdido.
– Problemas para ver de noche.
Por eso, es fundamental que las personas con diabetes incluyan en sus controles periódicos la visita al oftalmólogo, para detectar a tiempo la retinopatía diabética y poder actuar de apariencia más efectiva.
Diagnóstico y tratamiento
Es importante tener en enumeración que el diagnóstico precoz es esencial en el manejo de la retinopatía diabética. Por eso, es recomendable realizar revisiones oftalmológicas periódicas para detectar posibles lesiones a tiempo.
El tratamiento de la retinopatía diabética dependerá del tipo de paciente y del grado de avance de la enfermedad. En algunos casos, solo será necesario realizar controles periódicos, mientras que en otros puede ser necesario aplicar láser selectivamente sobre los vasos sanguíneos anómalos de la retina para acoquinar el edema o sobre áreas sin riego sanguíneo para evitar la progresión de la enfermedad.
En casos más avanzados, cuando la retinopatía diabética ha generado una hemorragia intraocular y/o un desprendimiento de retina, se puede recurrir a técnicas de microcirugía intraocular. Además, existen fármacos que se pueden inyectar en el ojo y que pueden ayudar en determinados casos.
¿Cuándo y cada cuánto acudir al oftalmólogo?
Como ya hemos mencionado, para las personas con diabetes es impres