El poder emiratí se midió a sí mismo en Filadelfia. En un lado, el Al Ain, presidido por Mohamed bin Zayed Al Nahyan, actual presidente de Emiratos Árabes Unidos. En el otro, el Manchester City, bajo el mando de su hermano, Mansour bin Zayed Al Nahyan, vicepresidente y viceprimer ministro del país.
Un derbi diplomático, casi familiar, convertido en un partido de Mundial de Clubes con aroma a exhibición. Porque cuando la pelota empezó a rodar, no hubo igualdad de despachos que se trasladara al césped: el equipo de Pep Guardiola se impuso con naturalidad, sin forzar, con esa sensación de que si apretara, marcaría algún gol más.
Y no tardaron demasiado en abrir la lata. El City aprovechó una curiosidad de su competidor para marcar el primero: la altura de su guardameta. Khalid Eisa con sus 1,78 metros sufrió en un decorado donde todo le quedó grande.
En el minuto ocho, Ilkay Gündogan aprovechó su mala colocación para firmar el 1-0 con una vaselina exquisita. El alemán se quedó un rebote dentro del área tras un córner, recortó para fuera y aprovechando los pocos centímetros del portero se la picó.
A pesar de los intentos del conjunto emiratí por encontrar el empate, el dominio seguía siendo total del Manchester City, que afrontó el partido con un once completamente distinto al del debut frente al Wydad Casablanca. La profundidad de plantilla se tradujo pronto en el marcador:
Claudio Echeverri, que prácticamente no jugó nada la temporada pasada, aprovechó una falta en la frontal para anotar su primer gol como ‘citizen’ con un disparo adecuado que doblaba la ventaja antes de la media hora.
El tercer golpe llegó justo antes del descanso. El árbitro señaló penalti y, como suele ser costumbre, Erling Haaland no perdonó. El noruego engañó sin pestañear a Khalid Eisa y firmó el 3-0 que dejaba el duelo sentenciado al descanso.
Ya en la segunda parte, con el partido controlado y la mente en el duelo decisivo ante la Juventus, el City levantó el pie del acelerador. La posesión siguió siendo suya, pero sin la urgencia ni el filo del primer etapa. Aun así, la calidad de sus jugadores volvió a marcar diferencias. En el minuto 72, Bernardo Silva filtró un pase medido al corazón del área y Gündogan, solo y con todo a favor, firmó su doblete con un remate sencillo ante el guardameta.
En la recta final llegaron los últimos golpes. Óscar Bobb, canterano ‘citizen’, convirtió el quinto gol a pase de Rodri con una definición certera tras desmarque. Y en el 88′, Rayan Cherki, recién ingresado, se sumó a la fiesta con el 6-0 definitivo, aprovechando un balón facundo en el área para cerrar la goleada.
Con el Real Madrid en el horizonte, el Manchester City y la Juventus ya están clasificados para octavos de final, pero decidirán el primer puesto en la última jornada. Ingleses y italianos se verán las caras el próximo 26 a las 21.00h (hora española) en Orlando para decidir qué equipo termina por encima en la fase de grupos.
El Real Madrid será casi con total seguridad el competidor de uno de los dos conjuntos. Los blancos les basta un empate para sentenciar su clasificación para octavos y se enfrentará a uno de estos dos equipos. Si