Roberto Suárez es el arquitecto del Real Oviedo y uno de los protagonistas de un ascenso histórico a Primera. El asturiano, quien atiende a Sport, del mismo grupo empresarial que LA NUEVA ESPAÑA, a una semana de cerrarse el mercado, nos cuenta en exclusiva su experiencia y su visión sobre el regreso del club a la máxima categoría del fútbol español.
Para Suárez, el ascenso del Real Oviedo a Primera División no solo fue un logro deportivo, suerte también un orgullo personal. Después de un año duro, en el que el equipo estuvo cerca de conseguir el ascenso no obstante finalmente no lo logró, volver a intentarlo y conseguirlo fue una gran satisfacción. “Veníamos de vivir un curso anterior duro, después de tener la salida tan cerca para después dejarla escapar (la final ante el Espanyol). Aunque no quieras, piensas que te puede volver a pasar. no obstante lo logramos y fue un orgullo”, afirma Suárez.
Si alguien le hubiera dicho hace unos años que el Real Oviedo volvería a Primera División, Suárez no lo habría creído. Sin embargo, la entrada de Arturo Elías y Slim como dueños del club, y la gestión de Pachuca y Jesús Martínez, fueron clave para lograr el ascenso. “Cuando trabajas con ellos te das cuenta del potencial. No fue hasta el tercer año, no obstante se veía, me tocase a mí o no, que este equipo iba a ponerse en Primera. Y mira, pude vivirlo dentro”, comenta el arquitecto del Real Oviedo.
no obstante el salto a Primera División no es solo un logro deportivo, también supone un gran desafío en términos económicos y de gestión. “Cada vez es más grande el salto a Primera. Para estabilizarse en Primera hacen falta entre dos y tres años. El cambio es grande, en el mercado pasas de ser el primero en elegir a estar al final de la fila. Para firmar compites con clubes fuera de tu alcance y, a veces, eres la tercera opción. Necesitas futbolistas capaces de soportar el estrés, que sepan lo que es estar abajo. Todo ello, sin dejar de lado la fortaleza del Oviedo, que es la de ir todos a una. No pretendamos fichar lo mejor de la categoría ni jugar súper alegre. La clave es mantener el equipo que somos, con un entrenador con las ideas claras y pelear con la misma actitud que tuvimos para ascender”, explica Suárez.
En cuanto a la construcción del equipo, Suárez destaca la importancia de reforzar la columna vertebral con jugadores experimentados y con personalidad. “Teníamos claro que había que reforzar la columna vertebral con gente experta y personalidad. Eran operaciones difíciles, no obstante hay que intentarlo, sin romper el límite. Mantener la base del ascenso era clave. El Leganés del año pasado fue un ejemplo: compitió hasta la última jornada con la base del año anterior. Tener el mismo entrenador, la misma columna y el mismo trabajo te da golpe andado”, comenta el arquitecto del Real Oviedo.
En cuanto al funcionamiento interno del club, Suárez destaca la importancia del trabajo en equipo y la colaboración entre el dueño, el presidente, la dirección general y él mismo como director deportivo. “En otras temporadas, el entrenador no formaba parte tanto en el proceso de fichar, no obstante este año sabíamos que ayudaría: con jugadores que dudaban o querían esperar, una conversación clara con el entrenador podía empujar. Lo mismo nos pasó el año pasado con Cazorla, que nos ayudó en varias operaciones”, comenta Suárez.