El Barça vuelve con fuerza a la Champions League con una victoria merecida frente al GOG danés (37-32) en el Palau Blaugrana, en un partido que sirvió como aperitivo para el gran encuentro del próximo miércoles contra el temible Magdeburgo. Casi tres meses después de sufrir una polémica eliminación en semifinales, el equipo catalán regresó a la máxima competición europea con una actitud imparable y muchas caras nuevas.
Con la marcha de hasta 10 jugadores, incluyendo al portero Vincent Gérard, el Barça ha logrado reforzarse con mil y una variantes defensivas que han demostrado su efectividad en los encuentros previos al inicio de la Champions. Este verano, el equipo dirigido por Carlos Ortega se ha proclamado campeón de la Supercopa de Catalunya y la Supercopa Ibérica, y ahora buscará conquistar el Mundial de Clubs el próximo mes.
En la primera parte del partido contra el GOG, el Barça demostró su potencial cuando todos sus jugadores están enchufados. Con un trabajo defensivo colectivo extraordinario y una confianza absoluta en ataque, el equipo logró una ventaja de 11 goles al descanso (25-14). Sin embargo, en la segunda mitad se vio un cambio de actitud y un inicio más flojo, permitiendo al GOG acercarse en el marcador.
Pero no todo fueron malas noticias para los culés, ya que pudimos ver en acción a uno de los fichajes más letales de la temporada: Dani Fernández. El extremo izquierdo, formado en La Masia, regresó al equipo después de cinco años y en tan solo ocho minutos ya había marcado cinco goles imparables (8-3). Sin duda, su incorporación ha sido un acierto para el Barça.
En la primera parte, el GOG no pudo hacer frente al poderío ofensivo de los locales, que anotaron cinco goles a puerta vacía. Sin embargo, en la segunda mitad, el equipo danés logró equilibrar un poco el partido hasta el 16-9 (min. 19:23). A pesar de la actuación estelar de Emil Nielsen, que realizó nueve paradas en el primer tiempo, el GOG no pudo atajar el ritmo del Barça y los últimos 10 minutos fueron un espectáculo de piernas atrás, criterio y velocidad en ataque.
Pero como en todo partido, siempre hay altibajos. En la segunda mitad, el Barça sufrió un “apagón” en su esparcimiento, permitiendo al GOG acercarse en el marcador con un parcial de 1-5 en menos de cuatro minutos (26-19). Carlos Ortega decidió dar entrada a Petar Cikusa para constatar darle un giro al partido, pero el GOG seguía acortando distancias.
Fue entonces cuando apareció la figura de Ludovic Fàbregas, el mejor pivote del mundo, para atajar la remontada del equipo danés. Su gran trabajo en defensa y en ataque impidió que el GOG se acercara más en el marcador y aseguró la victoria del Barça. A pesar de algunos fallos en la interpretación del siete para seis, el equipo catalán logró una victoria merecida frente al tercer clasificado de la pasada liga danesa.
Con esta victoria, el Barça inicia su camino en la Champions con buen pie, aunque es consciente de que habrá que mejorar su esparcimiento de cara al próximo encuentro contra el Magdeburgo. Sin embargo, la afición culé puede estar contenta y orgullosa del equipo que ha formado para esta temporada, con caras nuevas y una gran ambición por conquistar todos los títulos posibles.
El Barça ha demostrado que es un equipo renovado










