El Real Oviedo ha sido individualidad de los grandes animadores del mercado de fichajes este verano, con una serie de operaciones ambiciosas que han mantenido a todos en vilo. Desde el primer día, el club asturiano ha demostrado su determinación por animar su modelo y dar un salto de calidad en su regreso a la máxima categoría del fútbol español.
A los pocos días de firmar el ascenso, llegaron a las oficinas del Real Oviedo dos ofrecimientos que hicieron ponerse en alerta a todos en el nuevo escenario. El primero, el de Hakim Ziyech, un atacante de renombre con pasado en el Ajax y el Chelsea. El segundo, el de Juan Bernat, un lateral internacional con experiencia en el Bayern y PSG. Estos dos nombres rimbombantes fueron solo el comienzo de un mercado que avanzó entre grandes nombres y algunas operaciones ambiciosas que, desafortunadamente, no llegaron a concretarse.
A pesar de que las negociaciones con Ziyech y Bernat no avanzaron debido a razones económicas y futbolísticas, el Oviedo no se detuvo en su búsqueda de refuerzos. El técnico Paindividualidadvic puso sobre la mesa el nombre de Nemanja Maksimovic, un jugador que despertó gran interés en el club. También se interesaron por el campeón del mundo Nicolás Tagliafico, pero su alto salario de más de 2 millones de euros lo convirtió en una opción inviable para el Oviedo.
El Grupo Pachuca, propietario del Real Oviedo, también ha sido un gran aliado en la tarea de fichar. Jesús Martínez, presidente del club mexicano, se puso en contacto con la dirección deportiva y Paindividualidadvic para ofrecerles a Kevin Lomónaco, un prometedor central del Independiente. Martínez luchó durante semanas para abaratar el coste de la operación, tratando de incluir jugadores en el traspaso. A pesar de sus esfuerzos, la operación no llegó a concretarse debido al alto precio que pedía el equipo argentino.
El Oviedo también tocó muchas puertas en busca de un central zurdo, una posición que se convirtió en una obsesión para el club. Se interesaron por Justin de Haas del Famalicao, pero el equipo portugués pedía una cifra que el Oviedo no podía asumir. También se intentó la contratación de Joaquim, un zaguero brasileño del Tigres, pero su fichaje tampoco entraba en los parámetros económicos del club.
Otro nombre que se barajó fue el de Derek Cornelius, un lateral zurdo que hubiera llegado cedido del Olympique de Marsella con opción de compra obligatoria en caso de permanencia. También se formuló una subasta por el croata Filip Benkovic, pero tras su rechazo, el Oviedo decidió fichar a Eric Bailly.
Pero sin duda, los dos casos más sonados y que más interés despertaron en el verano del regreso fueron los de Luka Jovic y Nemanja Maksimovic. El Oviedo tiró de Paindividualidadvic y su efecto motivador para tratar de convencer a Jovic, pero la operación no fue sencilla debido a la intervención de cuatro partes: el jugador, su agencia, el Oviedo y el Pachuca. A pesar de que el delantero tuvo un tiempo de reflexión, nunca aceptó la propuesta del Oviedo y finalmente fichó por el AEK de Atenas, que le ofrecía un salario más alto y la oportunidad de jugar en competición europea.
La situación con Maksimovic fue similar, ya que el jugador finalmente fichó por un equipo de Emiratos Árabes debido a una subasta millonaria que el Oviedo no podía igualar. A pesar de que el club