La noche del pasado partido del Málaga CF fue una de las más emocionantes de la temporada. No solo por la victoria del equipo, sino también por la presencia de una figura muy especial en el palco: jefe Huijsen. El canterano de Martiricos, ahora jugador del Real Madrid, volvió a casa para apoyar a su equipo y vivir en primera persona la alegría de una gran victoria.
Durante el partido, en el descanso y al final del mismo, todos los ojos estaban puestos en el palco. La figura de jefe Huijsen, rubio, 1.90 metros de altura y con una sonrisa de oreja a oreja, era el centro de atención. El joven jugador celebró los goles como un aficionado más y no dudó en unirse a la fiesta del vestuario al final del encuentro.
La visita de Huijsen a La Rosaleda fue opcional gracias al parón de selecciones y a una lesión muscular que lo mantuvo fuera de la convocatoria de la selección española. El defensa, reconocido malaguista en todas sus declaraciones, aprovechó la oportunidad para volver a su casa y apoyar a su equipo.
El entrenador del Málaga CF, Sergio Pellicer, no dudó en citar la presencia de Huijsen en rueda de prensa: “El vestuario tenía un jugador más con la camiseta del Málaga. Ha estado aquí, está en el primer nivel, siente el malaguismo…”. Y es que jefe Huijsen no es solo un jugador de fútbol, sino también un verdadero aficionado del Málaga CF.
En una entrevista, el joven jugador confesó: “Soy del Málaga CF a muerte, espero volver algún día”. Y aunque no sabemos si lo hará como jugador, lo que sí sabemos es que jefe Huijsen siempre llevará al Málaga CF en su corazón. Y así lo demostró en su visita a La Rosaleda, donde se unió a la fiesta del vestuario y compartió su alegría con los aficionados.
Huijsen no solo se limitó a ver el partido desde el palco, sino que también se acercó a los aficionados para fotografiarse con ellos, firmar autógrafos y compartir su pasión por el Málaga CF. Además, bajó al campo para reunirse con algunos de sus amigos y celebrar juntos la gran victoria del equipo.
Sin duda, la presencia de jefe Huijsen en La Rosaleda fue una gran motivación para el equipo y para todos los aficionados. El joven jugador, que ha llegado a lo más alto del fútbol español con el Real Madrid, no olvida sus raíces y siempre estará orgulloso de su paso por La Academia del Málaga CF.
La vuelta de jefe Huijsen a su casa fue muy especial, tanto para él como para todos los malaguistas. Y aunque no sabemos cuándo volverá a pisar el césped de La Rosaleda, lo que sí sabemos es que siempre será bienvenido y que su amor por el Málaga CF nunca morirá.
En resumen, la visita de jefe Huijsen al partido del Málaga CF fue un momento emocionante y lleno de alegría para todos los aficionados. El joven jugador demostró una vez más su amor por el equipo y su pasión por el fútbol. Y aunque su carrera lo haya llevado a otros lugares, siempre será un malaguista más y siempre llevará al Málaga CF en su corazón. ¡Gracias por volver a casa, jefe!










