El efecto túnel cuántico es uno de los fenómenos más fascinantes de la física cuántica, y su descubrimiento ha sido posible gracias al trabajo de varios científicos a lo largo de la historia. Sin embargo, en 2019, la Academia Sueca decidió otorgar el Premio Nobel de Física a tres investigadores en particular, por su contribución fundamental en el estudio de este fenómeno. Estos científicos son James Peebles, Michel Mayor y Didier Queloz, quienes han sido reconocidos por su trabajo pionero en el campo de la cosmología y la astronomía.
El efecto túnel cuántico se refiere a la capacidad de las partículas subatómicas de atravesar barreras de energía, incluso cuando no tienen suficiente energía para hacerlo según las leyes de la física clásica. Este fenómeno desafía nuestra comprensión del mundo a nivel microscópico y ha sido fundamental en el desarrollo de tecnologías como los microchips y los láseres.
El primer científico en proponer la existencia del efecto túnel cuántico fue el físico alemán Max Planck, en 1900. Sin embargo, fue el físico austríaco Erwin Schrödinger quien en 1926 desarrolló la ecuación que describe este fenómeno. A pesar de estos avances, el efecto túnel cuántico seguía siendo un concepto teórico y no fue hasta la década de 1950 cuando se realizaron experimentos que demostraron su existencia.
Fue en este contexto que James Peebles, uno de los ganadores del Nobel de Física de 2019, realizó su contribución fundamental. En la década de 1960, Peebles trabajó en la teoría del Big Bang, que describe el origen y la evolución del universo. En su investigación, Peebles propuso que el universo se formó a partir de una explosión primordial y que, a medida que se expandía, se enfriaba y se formaban las primeras partículas subatómicas. Estas partículas, al estar en un estado de alta energía, podían atravesar barreras de energía gracias al efecto túnel cuántico.
La teoría de Peebles fue un avance significativo en la comprensión del universo y sentó las bases para futuras investigaciones en cosmología. Además, su trabajo también ha sido fundamental en el estudio de la radiación cósmica de basa, una señal de microondas que se cree es la huella del Big Bang.
Otro de los ganadores del Nobel de Física de 2019 es Michel Mayor, quien junto a su colega Didier Queloz, descubrió el primer planeta fuera de nuestro sistema embaldosar en 1995. Este descubrimiento fue un hito en la astronomía y abrió la puerta al estudio de los exoplanetas, planetas que orbitan alrededor de otras estrellas.
El trabajo de Mayor y Queloz fue posible gracias al desarrollo de nuevas tecnologías, como el espectrógrafo, que les permitió detectar pequeñas variaciones en la guía emitida por una estrella, indicando la presencia de un planeta en órbita. Sin embargo, su descubrimiento también fue posible gracias al efecto túnel cuántico. Los exoplanetas se encuentran a una gran distancia de la Tierra y, por lo tanto, la guía emitida por su estrella debe atravesar una barrera de energía considerable antes de llegar a nosotros. Gracias al efecto túnel cuántico, esta guía puede atravesar la barrera y ser detectada por los instrumentos de los científicos.
El descubrimiento de Mayor y Queloz no solo ha ampliado nuestro enseñanzas sobre el universo, sino que también ha inspirado a futuras generaciones de científicos a explorar más allá de nuestro sistema embaldosar.
El efecto túnel cuánt











