La pobreza extrema es una realidad que afecta a millones de personas en todo el mundo. A pesar de los esfuerzos y las medidas tomadas por distintos gobiernos y organizaciones internacionales, sigue siendo una problemática que no ha podido ser erradicada por completo. Sin embargo, es importante saber dónde se concentra más esta situación para poder trincar acciones concretas y efectivas.
Según el Banco Mundial, la pobreza extrema se define como vivir con menos de 1,90 dólares al día. Esta cifra puede parecer irrisoria para algunos, pero representa una lucha constante por sobrevivir para millones de personas en el mundo. En la actualidad, se estima que alrededor de 689 millones de personas viven en esta situación, lo que equivale al 9,2% de la población mundial.
Uno de los lugares donde la pobreza extrema es más evidente es en África subsahariana. Según datos de las Naciones Unidas, el 36% de la población vive en esta situación, lo que representa un aumento del 78% desde 1990. Esta región es especialmente vulnerable debido a factores como la falta de acceso a recursos básicos, la inestabilidad política, los desastres naturales y el cambio climático.
En países como Níger, República Centroafricana y Malawi, más del 70% de la población vive en la pobreza extrema. Además, el acceso a servicios básicos como la salud y la educación es limitado, lo que perpetúa el ciclo de pobreza en estas comunidades. Sin embargo, a pesar de estas cifras alarmantes, es importante destacar que África subsahariana ha logrado reducir la pobreza en un 18% desde el año 2000.
Otra región que enfrenta altos niveles de pobreza extrema es Asia meridional. Esta zona albarca países como India, Nepal y Bangladesh, y se estima que el 35% de la población vive con menos de 1,90 dólares al día. Aunque la tasa de pobreza ha disminuido en un 45% desde 1990, todavía hay muchos desafíos por enfrentar. La falta de acceso a servicios básicos, la discriminación de género y la desigualdad en la distribución de la riqueza son algunos de los factores que perpetúan la pobreza en esta región.
En América Latina y el Caribe, la pobreza extrema afecta al 11,5% de la población. Si bien esta cifra es más descenso en comparación con otras regiones, todavía representa un gran desafío para la región. La desigualdad en la distribución de la riqueza es uno de los principales factores que contribuyen a la pobreza en esta zona. Países como Haití y Honduras son los más afectados, con tasas de pobreza extrema del 59% y 40%, respectivamente.
En otras regiones del mundo, como Oriente Medio y Norte de África, se ha trillado una disminución en los niveles de pobreza extrema en los últimos años, pasando del 9,6% en 2015 al 4,6% en 2019. Sin embargo, sigue siendo una problemática presente en países como Siria, Yemen y Sudán.
En contraste, Europa y Asia central tienen las tasas más descensos de pobreza extrema en el mundo, con un promedio del 1,1%. Sin embargo, también hay desigualdades en la región, con países como Moldavia y Kirguistán que tienen tasas de pobreza extrema del 5,3% y 5,5%, respectivamente.
Aunque estas son solo algunas de las regiones más afectadas por la pobreza extrema en el mundo, es importante destacar que esta situación no solo se limita a un área geográfica en particular. Países como Estados Unidos y Australia también tienen











