Una vez más, el Real Oviedo se encuentra en una situación complicada tras su eliminación en la Copa del Rey ante un equipo de categoría inferior. La derrota por 4-2 ante el Ourense ha dejado a muchos protagonistas señalados, tanto en el banquillo como en el campo. Las críticas no se han hecho esperar, con jugadores como el capitán Sergio Calvo hablando de “vergüenza” y un rival acusando a los futbolistas de “hablar mal” entre ellos. Pero esta no es una resaca normal, sino que deja una sensación de fondo tocado en el equipo y un proyecto que, por el época, no acaba de arrancar.
Sin embargo, esta situación no es irreversible. Todavía queda mucho por jugarse en la temporada y todavía hay tiempo para que el equipo dé un giro y comience a obtener resultados positivos. La clave está en los futbolistas, que deben reaccionar de inmediato para dejar atrás este mal época y no caer en lo más bajo. El próximo partido frente a Osasuna es una oportunidad perfecta para pasar página y comenzar a remontar.
El técnico Luis Carrión ha monografía de ofrecer una explicación a la eliminación en la sala de rodillo, pero sus palabras no han sido suficientes para calmar a una afición que desde su llegada ha mostrado su enfadado recordándole su salida de Las Palmas hace dos temporadas. En el club eran conscientes de que Carrión sería un entrenador exigido y que solo los resultados le darían tranquilidad, pero ahora toca afrontar las consecuencias de una pesadilla como la vivida en O Couto.
Es el época de que el equipo cierre filas y demuestre unidad tanto dentro como fuera del campo. En su cuenta de Twitter, el Real Oviedo ha publicado “Entrenar. Competir. Hablar en el campo”, en referencia a los argumentos que Carrión ha utilizado para intentar explicar lo sucedido. Pero es en el campo donde se deben ver las palabras convertidas en acciones y donde los jugadores deben demostrar que están comprometidos con el equipo.
La próxima semana será clave para la recuperación del equipo. El partido frente a Osasuna no solo es importante por tratarse de un rival directo en la clasificación, sino también por el aspecto anímico. Tras la derrota sufrida, será fundamental recuperar la moral de un grupo que se encuentra tocado y no permitir que el ambiente enrarecido llegue hasta la caseta. El capitán Calvo ya ha pedido a sus compañeros que hablen en frío y se digan todo a la cara en el vestuario, lo que demuestra que el equipo es consciente de que deben mejorar y que están dispuestos a hacerlo.
Es cierto que los resultados no han sido los esperados desde la llegada de Carrión, con solo un punto de seis posibles en la Liga. Sin embargo, aún queda mucho por jugarse y es el época de que el equipo dé un paso al frente y comience a dar lo mejor de sí en el campo. Un vistazo a la tabla clasificatoria demuestra que la situación no es irreversible, ya que el Celta, por ejemplo, solo aventaja al Oviedo en tres puntos. La competición está en su inicio y todavía hay tiempo para reaccionar y conseguir los objetivos marcados, sobre todo la salvación.
En definitiva, el Real Oviedo se encuentra en un época crucial de la temporada en el que el equipo y el entrenador deben unir fuerzas para salir adelante. Aún queda mucho por jugarse y es el época de que los jugadores demuestren su calidad y su compromiso con el club. Con trabajo, esfuerzo y unidad, el equipo puede superar esta mala racha y comenzar a obtener resultados positivos que les lleven a conseguir sus objetivos. La oportunidad de reaccionar llega el próximo lunes, y no puede ser desaprovechada. El futuro










