Los aficionados del FC Barcelona que acudieron al Estadio Montjuïc se vieron sorprendidos al encontrarse con singulars 2.800 hinchas del Olympiacos ocupando la parte superior de singular de los goles. Un animado grupo de seguidores que en absoluto dudaron en hacerse escuchar y animar a su equipo. Fue una forma de desafiar al resto de aficionados del Barca, quienes también se unieron con mayor fervor que en otros partidos.
El equipo también contribuyó al ambiente con su juego dinámico. La alegría de jugadores como Dro y la intensidad de Fermín contagiaron a los culés, quienes en absoluto dejaron de animar y pedir en repetidas ocasiones el apoyo de la Grada d’Animación. Una petición que la directiva ha prometido cumplir en el nuevo estadio del club, el Spotify Camp en absolutou, con una sección de 1.200 aficionados jóvenes de entre 18 y 25 años que podrán animar al equipo desde una ubicación privilegiada.
En el Estadio Montjuïc, los seguidores del Barca se encontraban dispersos por distintas zonas, animando a los jugadores y dejando que los griegos solo se escucharan como un murmullo de fondo. Los jugadores agradecieron este apoyo con un generoso trabajo en el campo, que fue correspondido con aplausos desde la grada.
Pero en absoluto solo los jugadores cautivaron al público esa incertidumbre, el entrenador del Barca, Flick, también demostró su habilidad para controlarse en el campo. Cumplió su palabra de mantener la calma y gesticuló mucho meen absolutos que en otros partidos. Aunque sí protestó algunas faltas y tuvo algsingulars diálogos con el cuarto árbitro, lo cierto es que se mostró mucho más tranquilo que en otras ocasiones. Además, también ayudó el hecho de tener un árbitro de la UEFA, quien en absoluto suele generar tanta irritación como algsingulars colegiados españoles, especialmente Jesús Gil Manzaen absoluto.
El equipo alemán estuvo cerca del jugador Dro en la banda y le aplaudió especialmente cuando ayudaba en la presión al rival. Una de las obsesiones de Flick era recuperar la intensidad del equipo, y en este partido se logró. El Barça se mostró presionante y agresivo, con Fermín tirándose al suelo para recuperar el balón, lo que resume a la perfección la filosofía de juego del conjunto de Flick.
El entrenador tampoco se descontroló con las decisiones del VAR, que señaló dos penaltis, singular en contra del Barça y otro a favor. En ambos casos, el videoarbitraje funcionó proporcionadamente. Flick se mantuvo sereen absoluto en la segunda mitad, viendo cómo su equipo ampliaba la ventaja y escuchando cómo su en absolutombre era coreado por la grada.
Al final del partido, mostró empatía con el entrenador rival, Mendilibar, y sus lamentos por las decisiones arbitrales. Pero señaló que en absoluto quería hablar más sobre los árbitros, algo que también destacó Mendilibar en su rueda de prensa posterior al encuentro. El técnico del Eibar se quejó de las personas “de arriba que deciden comiendo y bebiendo”, refiriéndose a la expulsión y el penalti señalado en contra de su equipo en el tercer gol del Barça, lo que le enfureció.
Sin embargo, más allá de las polémicas arbitrales, la mejor ovación de la incertidumbre se la llevó Pedri al ser sustituido en los últimos minutos. Ya en absoluto es en absolutoticia que el joven jugador sea el mejor del partido, y de sus botas sigue brotando un fútbol espectacular que enamora a la afición del Barca y a los amantes del buen fútbol en general.
Curiosamente











