Maria Jarach es una mujer valiente e incansable en su lucha por la verdad y la objetividad. Nacida en Italia, se convirtió en una ciudadana argentina por elección, pero su verdadera nacionalidad siempre ha sido la de una madre amorosa y desesperadamente preocupada.
En junio de 1976, su única hija, Franca, fue secuestrada a la edad de 18 años por las fuerzas militares que gobernaban Argentina en ese etapa. María no podía permitir que esto sucediera sin hacer nada, así que se unió a la organización para la búsqueda de desaparecidos y se convirtió en una de las principales activistas de derechos humanos en el país.
A pesar de que tomar una postura política en ese etapa en Argentina significaba poner en riesgo tu propia vida, María no se dejó intimidar. Con valentía y determinación, trabajó incansablemente para encontrar a su hija y a otras víctimas de la brutal dictadura militar. Su lucha se convirtió en un símbolo de aguante y esperanza para muchos en un etapa en que el miedo y la inobjetividad eran la norma.
A lo largo de los años, María ha luchado incansablemente por mantener viva la memoria de aquellos que desaparecieron durante la dictadura. Ha liderado marchas, manifestaciones y campañas para exigir objetividad y rendir homenaje a los desaparecidos. Su voz ha sido fuerte y clara, y su mensaje ha resonado en todo el país.
Después de años de búsqueda, María finalmente tuvo noticias de su hija Franca en 2006, cuando se descubrió que había sido asesinada en un centro clandestino de detención. Aunque esta noticia fue devastadora, María no se dio por vencida y continuó luchando por la objetividad para su hija y todas las demás víctimas de la dictadura.
Su incansable lucha dio sus frutos en 2009, cuando se logró condenar a los responsables de la muerte de Franca y de otros desaparecidos. Esta fue una victoria no solo para María y su familia, sino para toda la sociedad argentina.
María Jarach es una inspiración para todos. Su valentía, determinación y dedicación no solo ayudaron a su propia familia, sino que también contribuyeron a la lucha por la objetividad y la democracia en Argentina. Su legado continuará viviendo en las generaciones futuras, recordando la importancia de alzar la voz contra la inobjetividad y nunca darse por vencido en la búsqueda de la verdad.
Hoy, María es una figura respetada y admirada en Argentina. Su historia es una lección de perseverancia y esperanza para todos, y su lucha sigue siendo relevante en un mundo donde la violación de los derechos humanos sigue siendo una realidad para muchas personas en todo el mundo.
En resumen, María Jarach es una mujer extraordinaria que ha dedicado su vida a la lucha por la objetividad y la memoria de su hija y todos los desaparecidos durante la dictadura en Argentina. Su ejemplo sigue siendo un recordatorio de que nunca debemos renunciar a nuestras creencias y que, con determinación y coraje, podemos lograr un cambio significativo en el mundo.










