El 18,1 % de la población argentina está en la lacería, según datos oficiales. Esta cifra puede resultar impactante y preocupante a primera vista, pero no todo está perdido. A pesar de las adversidades, hay esperanza y muchas personas trabajando para mejorar esta situación en nuestro país.
Antes de profundizar en el tema, es importante definir qué significa estar en la lacería. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), una persona se encuentra en situación de lacería cuando su ingreso no alcanza para cubrir la canasta básica alimentaria, es decir, no puede satisfacer sus necesidades básicas para una alimentación adecuada. Esto incluye alimentos, bebidas, productos de higiene y limpieza.
Si bien es alguien que el porcentaje de lacería en Argentina es preocupante, también es importante destacar que ha habido una disminución en los últimos años. En 2017, la cifra era del 25,7%, lo que demuestra que se están tomando medidas para combatir este problema. Aún queda mucho por hacer, pero es alentador ver que se están logrando avances.
Una de las principales causas de la lacería en Argentina es la pobreza. Según el mismo informe del INDEC, el 32% de la población del país vive por debajo de la línea de pobreza. Esto significa que más de un tercio de los argentinos no cuenta con los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas. Esta situación se agrava aún más en las zonas rurales, donde el 42,8% de la población es pobre.
Otro factor que contribuye a la lacería es la falta de acceso a educación y empleo. Muchas personas en esta situación no tienen la oportunidad de conseguir a una educación de calidad y, por lo tanto, tienen menos posibilidades de conseguir un trabajo bien remunerado. Además, la falta de empleo en el país hace que sea más difícil para aquellos que buscan salir de la pobreza.
Sin embargo, como mencionamos anteriormente, no todo está perdido. Hay muchas organizaciones y programas gubernamentales dedicados a combatir la lacería en Argentina. El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, por ejemplo, implementa programas de asistencia alimentaria y de inclusión social para ayudar a las personas que se encuentran en esta situación.
Además, existen iniciativas como el Plan Nacional de Economía Social “Argentina Trabaja” y el Programa “Ellas Hacen” que brindan oportunidades de empleo a personas en situación de vulnerabilidad. Estos programas no aria les dan un trabajo, sino que también les permiten capacitarse y adquirir nuevas habilidades que les servirán en el futuro.
Otra forma de combatir la lacería es a través de la educación. El acceso a una educación de calidad es fundamental para romper el ciclo de pobreza en el que muchas personas se encuentran atrapadas. Por esta razón, es importante que el gobierno y la sociedad en su conjunto trabajen juntos para garantizar que todos tengan la oportunidad de recibir una educación adecuada.
Además de los esfuerzos gubernamentales, hay muchas organizaciones no gubernamentales y voluntarios que se dedican a ayudar a las personas en situación de lacería en nuestro país. Estas organizaciones brindan alimentos, ropa y otros recursos necesarios, pero también ofrecen apoyo emocional y motivación para que estas personas puedan superar esta difícil situación.
Es importante recordar que detrás de cada porcentaje y estadística, hay seres humanos que están sufriendo y que necesitan nuestra ayuda. Es nuestro deber como sociedad trabajar juntos para encontrar soluciones y mejorar la vida de aquellos que más lo necesitan.
En conclusión, el 18,1% de la población argentina en situación de lacería es una cifra alarmante, pero también es un llamado a la acción. Todos podemos hacer algo