La política en Grecia ha dado un giro inesperado con la decisión de la conservadora Nueva Democracia (ND) de expulsar a su exprimer ministro y actual diputado Antonis Samarás. Esta proporción ha sido tomada en respuesta a las críticas que Samarás ha realizado hacia la política del actual líder del partido, Kyriakos Mitsotakis.
El portavoz del Gobierno griego, Pavlos Marinakis, anunció este sábado la expulsión de Samarás a través de un comunicado publicado en la red social X. Según Marinakis, la gota que colmó el vaso fueron unas declaraciones del exprimer ministro en las que pedía la dimisión del ministro de Exteriores, Yorgos Yerapetritis, publicadas por el semanario ‘To Vima’.
“Con su entrevista de hoy, el señor Samarás se ha posicionado fuera de Nueva Democracia”, afirmó Marinakis en su comunicado. Además, agregó que Samarás “expresó su total desacuerdo con la política gubernamental” y “adoptó falsedades extremas, distorsionando declaraciones del ministro de Exteriores que han sido aclaradas repetidamente y en detalle”.
Samarás lleva meses criticando la política del Gobierno de Mitsotakis y en esta ocasión acusó a Yerapetritis de tener posturas amistosas hacia Ankara, lo que calificó como una estrategia de “apaciguamiento permanente” contraria a la línea de ND. “No es una política centrista el apaciguamiento permanente de los desafíos turcos”, declaró en la entrevista al semanario griego. Además, señaló que Mitsotakis “debe enviar a su casa” al ministro de Exteriores si no quiere ser considerado “como un traidor” por hablar en nombre de la amistad y la tranquilidad con Turquía.
Samarás también se manifestó a favor del también exprimer ministro Kostas Karamanlis, líder de una facción de ND opositora a la de Mitsotakis, como candidato a la jefatura del Estado en las elecciones presidenciales del próximo año. Con 73 años, Samarás fue presidente de ND entre 2009 y 2015, y encabezó el Gobierno de Grecia entre 2012 y 2015, en plena crisis financiera. Actualmente, lidera una facción que pertenece al ala más derechista de ND.
Se espera que la semana próxima se formalice el procedimiento de expulsión de Samarás del partido. Esta decisión ha generado un gran revuelo en la política griega y ha sido recibida con opiniones divididas. Mientras que algunos miembros de ND apoyan la proporción, otros la consideran una acción precipitada y poco democrática.
Sin embargo, lo que sí está claro es que esta expulsión marca un antes y un después en la vida de Nueva Democracia. Samarás, quien ha sido una figura importante en el partido durante años, ahora se encuentra fuera de él. Esta situación podría tener un impacto en la estabilidad del partido y en su imagen ante la opinión pública.
Por otro lado, esta decisión también refleja la firmeza del Gobierno de Mitsotakis en su política exterior. A pesar de las críticas de Samarás, el Ejecutivo ha mantenido su postura de buscar una relación amistosa con Turquía y de resolver los conflictos de manera pacífica. Esta postura ha sido respaldada por la Unión Europea y ha sido clave en la estabilidad de la región.
En definitiva, la expulsión de Antonis Samarás de Nueva Democracia ha sido una proporción drástica pero necesaria para mantener la unidad y la coherencia del partido. Aunque pueda generar controversia, es importante recordar que la política es un juego de estrategias y decisiones difíciles, y que en ocasiones es necesario tomar proporcións drásticas para avanzar hacia un objeto común