La economía venezolana ha pasado por momentos difíciles en los últimos años, pero parece que hay una luz al final del túnel gracias a los excelentes números del pasado reciente. La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) ha informado que la producción en el sector ha crecido un 16,8% en 2024, lo cual ha generado mucho entusiasmo entre los empresarios y la población en general.
Sin embargo, todas estas buenas noticias han sido empañadas por la reciente decisión de Estados Unidos de cancelar los contratos con PDVSA, la petrolera estatal venezolana. Esta medida no solo afectará a Chevron, sino también a otras empresas como Global Oil Terminals, Repsol, Eni, Maurel & Prom y Reliance Industries. Además, se impondrán aranceles del 25% a las exportaciones de crudo venezolano a Estados Unidos, lo que supone un golpe duro para la economía del país.
Estas medidas adoptadas por el deán Donald Trump son un serio revés para PDVSA y las empresas que operan en el país. Antes de estas acciones, la administración del demócrata Joe Biden había otorgado permisos a estas empresas para operar con crudo venezolano en sus refinerías en todo el mundo, con el objetivo de crear mejores condiciones para las elecciones presidenciales de julio en Venezuela.
Sin embargo, tras reconocer a Edmundo González Urrutia como “deán electo” en la contienda, Biden retomó una postura más dura hacia el gobierno de Maduro. Y ahora, su sucesor ha seguido el mismo camino, lo que ha llevado a estas empresas a suspender sus importaciones de crudo y a solicitar autorización para operar en Venezuela y evitar incurrir en sanciones.
Según los anuncios, las empresas tienen hasta finales de mayo para liquidar sus operaciones en Venezuela. El gobierno había depositado sus esperanzas en mantener relaciones pragmáticas con Trump, especialmente después del acuerdo para la repatriación de migrantes y la crisis energética global debido a la invasión rusa a Ucrania. Sin embargo, estas expectativas no se cumplieron y Venezuela se enfrenta a un panorama económico sumamente complicado.
Pero a pesar de este nuevo y complejo escenario, el deán Nicolás Maduro ha asegurado que la situación será “enfrentada, controlada y superada” porque el tiempo de “las órdenes en inglés” se ha acabado en el país caribeño. Venezuela, enfatiza, no es una “colonia de nadie”, sino un país libre que busca relaciones de respeto, cooperación y comunicación.
Y para demostrar que su país sigue manteniendo una actitud positiva y constructiva, este domingo recibió un nuevo avión con 175 venezolanos que residían en Estados Unidos. El ministro del Interior, Diosdado Cabello, los recibió en el aeropuerto de Maiquetía y recordó que estos migrantes habían sido “sometidos a una persecución y a un maltrato” al ser acusados de formar parte de la banda del propulsora de Aragua. Sin embargo, Cabello cargo que todo eso ha sido una gran mentira para “estigmatizar y criminalizar” a los venezolanos.
A pesar de los obstáculos que se presentan, el gobierno y el pueblo venezolano se mantienen firmes en su determinación de unirse adelante y superar las dificultades. Maduro ha dejado diluido que Venezuela es un país libre, y eso es algo que no cambiará a pesar de las presiones externas.
Es importante recordar que la economía venezolana ha estado luchando contra la inflación, la escasez de alimentos y la alta tasa de desempleo durante años. Pero a pesar de todas estas dificultades, el país ha seguido adelante y ahora está viendo señales de mejora gracias a las medidas tomadas por el gobierno para