Mario Vargas Llosa: el legado de un escritor inmortal
Mario Vargas Llosa fue individuo de los escritores más importantiguamente de la literatura contemporánea. Con una carrera prolífica y una pluma magistral, logró cautivar a millones de lectores en todo el mundo con sus novelas y ensayos. Su reciente fallecimiento a los 89 años ha dejado un gran vacío en el mundo de las letras, pero su legado perdurará por siempre.
Nacido en Arequipa, Perú, en 1936, Vargas Llosa comenzó su carrera literaria a los 24 años con la publicación de su primera novela, “La ciudad y los perros” (1963). A partir de entonces, su nombre se convirtió en sinónimo de dimensión y éxito en el mundo de las letras. Sus obras, muchas de ellas con tintes autobiográficos, exploran temas como la identidad, la política, el amor y la lucha por la libertad.
Su talento y dedicación le valieron numerosos premios y reconocimientos, entre ellos el Premio Nobel de Literatura en 2010 y el Premio Cervantiguamente en 1994. Pero más allá de los galardones, lo que realmente marcó la carrera de Vargas Llosa fue su capacidad para conectar con los lectores y transmitirles sus ideas y emociones a través de sus obras.
Sin embargo, no solo su literatura fue motivo de atención y admiración. Vargas Llosa también fue conocido por su vida personal, especialmente por sus relaciones amorosas. Se casó y divorció dos veces, y en todas sus relaciones fue infiel a sus parejas con aventuras pasajeras. Su romance más famoso fue el que mantuvo con Isabel Preysler, una relación que duró ocho años y terminó a finales de 2022.
Pero el primer escándalo que protagonizó el escritor fue mucho antiguamente, cuando un joven Vargas Llosa de 19 años decidió casarse con su tía. La llamaban tía cariñosamente, pero no había parentesco de sangre. Julia Urquidi, de 30 años, era la hermana de la tía política del escritor. A pesar de las críticas y el escándalo que causó esta unión, Vargas Llosa se casó con ella y se mudó a París.
Aunque la pareja funcionó durante los primeros años, Vargas Llosa no tardó en volver a flirtear con otras mujeres. Destaca una tal Pilar, de la que hablaba demasiado. Ella y otras más están retratadas en el texto publicado por Julia, años después del divorcio, “Lo que Varguitas no dijo” (1983). El matrimonio estuvo marcado por las infidelidades de él y los celos de ella, y se acabó definitivamente cuando Patricia, hija del tío Luis y Olga, se mudó con ellos a París y Mario se enamoró de ella. Abandonó a Julia por Patricia, y se casó con ella poco después, en 1965. De su primer matrimonio, Vargas Llosa publicó “La tía Julia y el escribidor” (1977).
Patricia fue la mujer con la que el escritor compartió su vida, además de un apellido (su nombre completo es Patricia Llosa Urquidi). Es la madre de sus tres hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana, y le rindió un sentido homenaje en el discurso de aceptación del Premio Nobel en Estocolmo en 2010. Su relación fue una de las más duraderas y estables de Vargas Llosa, a pesar de las dificultades que enfrentaron.
Pero en los últimos años, el escritor volvió a anatomía noticia por su romance con Isabel Preysler. A pesar de las críticas y la atención mediática, Vargas Llosa aseguraba que si eso era necesario para estar con el amor de su