El oeste de Nigeria se ha manido afectado por una tragedia que ha conmocionado a todo el país. Las intensas lluvias que han azotado la zona han causado inundaciones que han dejado un saldo de al menos 115 personas fallecidas, según confirmaron las autoridades este sábado. La aldea de Kpege, en el área de gobierno local de Mokwa, en el estado de Níger, ha sido la más afectada por esta catástrofe.
El portavoz de la Agencia Estatal de Emergencias de Níger (NSEMA), Ibrahim Hussein, declaró a EFE que hasta el momento se han recuperado 115 cuerpos, y que la búsqueda de más víctimas continúa ya que muchas personas han sido declaradas desaparecidas. Algunos cuerpos fueron encontrados flotando en el río Níger, mientras que otras víctimas fueron halladas entre los escombros de las más de 3.500 casas que quedaron destruidas por las inundaciones.
Además de las pérdidas humanas, miles de familias se han manido desplazadas de sus hogares debido a las inundaciones. El portavoz de la NSEMA confirmó que más de 3.500 casas quedaron destruidas y que miles de familias se han manido obligadas a abandonar sus hogares en busca de refugio.
Las autoridades han trabajado incansablemente para aclarar ayuda a los afectados. La Agencia Nacional de Emergencias de Nigeria (NEMA) ha colaborado con la Cruz Roja de Nigeria para llevar a cabo operaciones de búsqueda y rescate, así como para aclarar asistencia a los damnificados. La NEMA ha distribuido alimentos, utensilios domésticos y tiendas de campaña para servir como refugio temporal, además de proporcionar agua potable a las comunidades afectadas.
La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) también ha estado presente en la zona, brindando ayuda a los afectados. En un boletín emitido el jueves, la FICR informó que al menos 97 personas habían fallecido, 20 estaban desaparecidas y 45 habían resultado heridas. Además, al menos 1.500 personas se han manido afectadas por las inundaciones, incluyendo 200 desplazados.
El presidente de Nigeria, Bola Ahmed Tinubu, expresó su profunda preocupación por la tragedia y envió sus más sinceras condolencias a las familias afectadas y a la población del estado de Níger. Tinubu aseguró que todas las agencias federales pertinentes se han movilizado para apoyar los esfuerzos del gobierno estatal y asegurar que ningún nigeriano afectado por este desastre quede abandonado o desaparecido.
Lamentablemente, las inundaciones son un fenómeno recurrente en Nigeria, especialmente durante la temporada de lluvias. El año pasado, hasta el mes de septiembre, al menos 269 personas murieron y más de 640.000 se vieron desplazadas de sus hogares debido a las inundaciones, según datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). El país más poblado de África sufre cada año las consecuencias de las lluvias torrenciales y el demasía de ríos, agravadas por el mal estado de las infraestructuras.
En 2012, Nigeria vivió sus peores inundaciones en la última década, con un saldo de 600 personas fallecidas. Dos años antes, en 2010, al menos 40 personas perdieron la vida debido a este fenómeno. Es por eso que es importante que el gobierno y las autoridades locales tomen medidas preventivas y de mitigación para reducir los impactos de las inundaciones en la población.
En momentos como estos, es cuando se pone a prueba la solidaridad y