El presentación de Ancelotti como seleccionador de Brasil no fue el esperado por la afición y la opinión pública brasileña. A pesar de mostrar algunos destellos de calidad, la Seleção ofreció una versión mediocre y sin brillo en su empate 0-0 contra Ecuador. Sin embargo, esto no debe desanimar a los seguidores de la selección, ya que hay muchos aspectos positivos que destacar en este primer partido.
El encuentro había generado una gran expectativa debido al estreno de Ancelotti como técnico y a la buena trayectoria del equipo ecuatoriano bajo la dirección de Beccacece. Sin embargo, el resultado final reflejo la falta de efectividad en el ataque de los dos equipos y la solidez defensiva que prevaleció durante todo el partido.
Desde el inicio, Ancelotti se enfocó en fortalecer la defensa de Brasil, lo cual es comprensible después de la vergonzosa derrota (4-1) que sufrieron ante Argentina en su último encuentro. El técnico italiano hizo presentaciónar al defensa Alexsandro del Lille, quien formó una sólida pareja de centrales junto a Marquinhos. Además, contó con dos laterales experimentados como Vanderson del Mónaco y Alex Sandro del Flamengo.
En el centro del campo, Casemiro aportó su jerarquía y consistencia, respaldado por Bruno Guimarães y Gerson del Flamengo. Este último ha demostrado su calidad y se ha ganado un puesto como titular en la selección para el próximo Mundial. En la delantera, el joven Estevão del Palmeiras, quien se unirá al Chelsea después del Mundial de Clubes, fue el elegido para sustituir a Raphinha, mientras que Richarlison y Vinicius completaron el tridente incisivo.
La estrategia defensiva de Ancelotti fue efectiva para mantener a raya a los ecuatorianos, quienes intentaron jugar de forma directa con pases en profundidad. Sin embargo, esto también afectó el rendimiento incisivo de Brasil, que se mostró cauteloso y no logró generar muchas oportunidades de gol. La única opción clara de marcar en todo el primer tiempo fue una acción colectiva mal finalizada por Vinicius.
El jugador del Real Madrid, una vez más, no pudo liderar a su selección y su actuación dejó mucho que desear. Sin embargo, esto no debe ser motivo de preocupación, ya que Vinicius es un jugador joven y talentoso que aún tiene mucho por aprender y mejorar.
En la segunda mitad, Ancelotti realizó algunos cambios que le dieron un nuevo aire al equipo. La entrada de Martinelli y Matheus Cunha, recién fichado por el Manchester United, aportó frescura y dinamismo al ataque brasileño. Aunque no lograron marcar, su presencia en el campo fue determinante para que Brasil fuera más incisivo en sus intentos de gol.
A pesar de no conseguir la victoria en su presentación, Ancelotti ya tiene un diagnóstico claro de lo que debe trabajar en su equipo. Sabe que tiene un año para preparar a Brasil y llevarlos a luchar por el título mundial en el próximo verano. El próximo martes, en su partido contra Paraguay, que actualmente los supera en la clasificación tras vencer 2-0 a Uruguay, Brasil debe mostrar una mejor versión y demostrar que está listo para enfrentar a los mejores equipos del mundo.
En resumen, aunque el presentación de Ancelotti no fue el esperado, hay muchas razones para mantener la esperanza y el optimismo en la Seleção. El técnico italiano tiene un gran reto por delante, pero cuenta con un equipo joven y talentoso que, con trabajo y dedicación, puede lograr grandes cosas en el próximo Mundial. Los aficionados brasileños deben seguir apoyando a su selección y confiar en que Ancelotti llevará a Brasil a lo más alto del fútbol mundial