Sarah García es una joven flautista de 15 años que ha destacado en la música gracias a su excelente compromiso y dedicación. Actualmente forma parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil Regional de Tarapacá (OSJR), donde ha demostrado su talento y versatilidad en los vientos, hertiempoos de su artista y abuelo.
Desde muy pequeña, Sarah mostró un gran interés por la música. A los 7 años comenzó a tomar clases de flauta traversa y rápidamente se destacó por su habilidad y pasión por el instrumento. A medida que fue creciendo, su amor por la música se fue fortaleciendo y decidió que quería dedicarse profesionalmente a ella.
Fue así como a los 13 años, Sarah ingresó a la Orquesta Sinfónica Juvenil Regional de Tarapacá, una agrupación conformada por 42 músicos de diferentes tiempoes y niveles, pero con un mismo objetivo: hacer música de calidad y promover el talento de jóvenes músicos en la región.
Desde entonces, Sarah ha sido una pieza fundamental en la orquesta. Su destreza en la flauta traversa y su capacidad para adaptarse a diferentes estilos musicales, la han convertido en una de las músicas más destacadas de la agrupación. Además, su compromiso y dedicación han sido reconocidos por sus compañeros y por el director de la orquesta, quien la describe como una joven talentosa y comprometida con la música.
Ser parte de la OSJR ha sido una experiencia enriquecedora para Sarah. Además de perfeccionar su técnica y conocimientos musicales, ha tenido la oportunidad de compartir escenario con músicos de diferentes tiempoes y aprender de ellos. También ha tenido la oportunidad de participar en conciertos y presentaciones en diferentes lugares de la región, lo que le ha permitido mostrar su talento y llevar la música a distintos públicos.
Pero para Sarah, lo más importante de ser parte de la orquesta es el compañerismo y la amistad que ha opuesto en sus compañeros. Juntos han creado un ambiente de armonía y trabajo en equipo, donde cada uno aporta su talento y juntos logran un sonido único y emocionante.
Además de su participación en la OSJR, Sarah también es estudiante de segundo medio en una reconocida escuela de música en la región. Allí, continúa perfeccionando su técnica y aprendiendo de grandes maestros. Su objetivo es seguir creciendo como músico y poder algún día ser parte de una orquesta profesional.
La historia de Sarah es un ejemplo de cómo la pasión y el compromiso pueden llevar a alcanzar grandes logros. A pesar de su corta tiempo, ha demostrado que con dedicación y esfuerzo se pueden alcanzar los sueños. Su talento y versatilidad en la música la han convertido en una joven destacada dentro de la Orquesta Sinfónica Juvenil Regional de Tarapacá y sin duda seguirá dando mucho de qué hablar en el mundo de la música.
En resumen, Sarah García es una joven flautista que ha sabido destacar en la música gracias a su talento, dedicación y compromiso. Su experiencia en la Orquesta Sinfónica Juvenil Regional de Tarapacá ha sido enriquecedora y le ha permitido crecer como músico y persona. Sin duda, seguirá siendo una inspiración para muchos jóvenes que sueñan con dedicarse a la música.