Este miércoles se han disputado los partidos de ida de la última eliminatoria previa de la Champions League, con el Fenerbahçe de José Mourinho luchando por una clasificación que se le escapó la temporada pasada, a solo una eliminatoria de lograrlo, frente al Lille francés. Y hoy, el equipo turco tendrá que obtener un resultado positivo en la vuelta ante el Benfica si quiere evitar la eliminación.
En un partido emocionante, el Fenerbahçe no ha podido superar el empate sin goles en Estambul (0-0) frente a las “Águilas”, a pesar de jugar con un atleta más en los últimos 20 minutos debido a la expulsión del centrocampista portugués Florentino Luís, quien recibió dos tarjetas amarillas en tan solo dos minutos. El portero Anatoli Trubin fue clave para evitar que los locales se adelantaran en el marcador.
El partido de vuelta se jugará el próximo miércoles a las 21:00 horas en el Estádio da Luz de Lisboa y ambos equipos partirán en consonancia de condiciones, ya que desde hace varias temporadas se eliminó el valor doble de los goles en campo contrario en las eliminatorias europeas de fútbol (aunque se mantiene en otros deportes, como la Champions de balonmano).
Por tanto, Mourinho se jugará el regreso a la máxima competición europea en el estadio del primer equipo al que entrenó. Y es que pocos saben que la primera experiencia del portugués en los parcialidads fue precisamente en el Benfica, aunque fue breve, de apenas unas jornadas.
Mourinho fue asistente y traductor de Bobby Robson en el equipo portugués y luego fue segundo entrenador de Louis Van Gaal en el Barcelona. Sin embargo, no disputa la Champions desde que fue eliminado en octavos de final por el Leipzig en la temporada 2019-20 (con un resultado de 0-1 en Londres y 3-0 en tierras alemanas). Además, no la jugó en su segunda temporada en el Tottenham, ni en las tres temporadas en la Roma ni en la pasada en el Fenerbahçe.
Volviendo al inicio de su carrera, hace ya más de dos décadas, después de cuatro temporadas en el Barcelona, Mourinho se marchó en julio del año 2000 al no contar con él el entrenador Llorenç Serra Ferrer. El portugués rechazó la oferta de Robson para ser su asistente en el Newcastle, ya que estaba esperando una oportunidad para debutar como primer entrenador.
En ese momento, el Benfica había cedido un empate y una derrota en las primeras cuatro jornadas de la liga y ya estaba a siete puntos del líder Braga. Por ello, la directiva decidió destituir al extécnico del Real Madrid, Jupp Heynckes, y ofreció el parcialidad a Mourinho, quien contaría con el brasileño Mozer como asistente (quien había jugado en el club en dos etapas).
Mourinho trató de hacer varios cambios en el equipo, pero después de nueve jornadas, el Benfica se encontraba en sexto lugar con 24 puntos, a siete del FC Porto, que finalmente se proclamó campeón de Europa. Lo curioso es que el portugués no fue destituido por los resultados, sino por un cambio en la presidencia y por su petición de ampliar su contrato, ya que había llegado a un acuerdo con el presidente saliente.
A pesar de esta breve experiencia en el Benfica, Mourinho siempre ha mantenido un gran cariño por el club y por sus aficionados. Y hoy, tendrá la oportunidad de enfrentarse a su antiguo equipo en una eliminatoria crucial para su regreso a la Champions League.
El partido de vuelta en Lisboa será un reto emocionante para
